A lo largo
de la historia, la idea de Dios que se generalizó
a las masas de gente, es bastante confusa, contradictoria y supersticiosa: la
idea de un Creador sentado en un trono y reinando casi como lo haría un ser
humano.
Esta idea da
pie a creer que este Dios puede ser capaz de juzgar, premiar o castigar a los
seres humanos, pero te has puesto a pensar ¿por qué creemos esto, de un ser que
supuestamente es toda bondad, omnipresente, omnipotente y omnisciente? Esta
idea de Dios es una proyección del pensamiento humano, y como nosotros tenemos
una mente que es dual (de hecho el cerebro está dividido en hemisferio izquierdo
y derecho), y por lo mismo juzgamos las cosas como buenas o malas, premiamos o
castigamos a los demás o a nosotros mismos, le atribuimos esas mismas
cualidades a nuestro “Dios”.
Hay gente
que al ponerse a pensar en las contradicciones que implica el Dios pregonado
por las religiones ortodoxas cristianas, y al no encontrar coherencia, niegan
completamente la existencia de este, denominándose “ateos”, pero esto es irse
al otro extremo.
Claro que
existe un origen, una fuente de la que todos provenimos, pero es algo muy
distinto a la idea de un Dios personal, veamos…
La palabra
Dios en inglés es una contracción de la palabra Good (bueno) a God (dios).
Podemos entender de esto que Dios es el bien, ya que proviene de la palabra
Good que significa “bueno”.
En el bien
no existe el mal, no tiene cabida, por lo tanto “el bien” no podría ser capaz
de juzgar ni castigar a nadie.
En el
Glosario Teosófico se define a Dios
de la siguiente manera:
Proviene de Theos en griego y Deus en latín. El Ser supremo e infalible, incomprensible para la
humana inteligencia y que cada cual se representa a su manera, llegando hasta
el punto de atribuirle no pocas de las imperfecciones humanas. El Dios de la
teología es un lío de contradicciones y una imposibilidad lógica…Creemos en un
Principio Divino universal, la raíz de TODO, del cual todo procede y en el cual
se absorberá todo al fin del gran ciclo del Ser…Es absoluto, infinito; está en
todas partes, en cada molécula divisible, porque Ello es el misterioso poder de
evolución e involución, la potencialidad creadora, omnipresente, omnipotente y
aún omnisciente. Es pensamiento absoluto y Existencia absoluta; es la Seidad,
no un ser.
-Dios Interno: Nuestro Yo divino o
supremo; la chispa o partícula, por así decirlo, del Espíritu universal que
reside en el corazón del hombre, constituyendo el Espíritu individual. Por esta
razón decía el Apóstol San Pablo: “¿No sabéis que son templos de Dios, y que el
espíritu de Dios mora en vosotros?” “…glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo
y en vuestro espíritu…” (I, Corintios, III)
Entonces si
entendemos que tenemos las mismas cualidades de nuestro creador, sabremos que
somos creadores como él (como dice el refrán “de tal palo tal astilla”). ¿Qué
es lo que utilizamos para crear nuestra realidad? Pues el poder la imaginación,
del pensamiento y del sentimiento, que se traduce posteriormente en palabras y
acciones.
DESVENTAJAS DE CREER EN UN DIOS PERSONAL, ANTROPOMORFICO (con cabeza, tronco y extremidades) Y EXTRA COSMICO:
-Tener la
idea de que para contactarlo forzosamente se tiene que asistir a un templo o
iglesia, cuando en realidad ¡está dentro de ti todo el tiempo esperando que lo
contactes!
-Si entiendes
y sabes que Dios está dentro de cada ser humano, y que tienen sus mismas
cualidades latentes, esto te motivará a tratarlos como lo que son, seres
iguales a ti, que provienen de la misma fuente, dioses en potencia.
Como en
todo, tiene sus cosas buenas y malas, por ejemplo, cuando un grupo de
religiosos se reúne para orar por alguien, puede que haya resultados benéficos,
debido a que están utilizando inconscientemente el poder del pensamiento y el
sentimiento para beneficio de otro, lo cual es bueno y necesario. Pero la
evolución (o desarrollo) de la humanidad tiene que seguir, y esto incluye la
"revelación" de ciertas verdades ocultas, para beneficio de todos.
Saludos.
Fuentes de
apoyo para la realización de este artículo:
Glosario
Teosófico: H .P. Blavatsky
Metafísica
de W. W. W.
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